En las últimas semanas hemos puesto un marcha un nuevo proyecto en nuestro colegio, concretamente en1º Primaria, de manera experimental[:] y con la intención de extenderlo próximamente. El objetivo es disminuir la contaminación acústica en SJC. Segun la Ley del Ruido del 2003 (37/2003, de 17 de noviembre) “La contaminación acústica se define como la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, cualquiera que sea el emisor acústico que los origine, que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre el medio ambiente”.
Lo que queremos es utilizar una herramienta que nos haga conscientes de los niveles de ruido que generamos para que podamos reducirlos. Para conseguirlo se utiliza un semáforo que es capaz de detectar la intensidad del volumen del sonido que producimos. El semáforo se puede regular a distintos niveles en función del lugar donde se vaya a colocar para adecuarlo a la actividad a realizar. NO es lo mismo un aula, donde el silencio es necesario para poder concentrarnos y sacar el máximo rendimiento a nuestro trabajo, o el comedor donde el silencio no es imprescindible.
Si el semáforo está en verde es porque la intensidad del sonido que generamos en ese lugar no nos molesta ni nos daña, por ello podemos concentrarnos y realizar adecuadamente nuestras tareas, si el color es ambar nos está indicando que nos estamos acercando a niveles que podrían interferir en nuestras tareas o dañarnos, y si se pone rojo es porque hemos alcanzado un nivel de ruido intolerable y tenemos que callarnos.
Los primeros días los alumnos se lo tomaron un poco a broma, pero poco a poco se han ido concienciado y cuando ven que está en ambar bajan el volumen de voz para no llegar hasta el rojo.